Y Sino, No Se La Pongan

Todo tiene un límite y la paciencia de la hinchada también. Hace dos semanas Paga Mabel perdía con Deja Vú por 3 a 1 y de la tribuna bajaba un cántico que decía, que amenazaba: ¨¡En Paga Mabel hay que ganar y no pensar en que boliche ir a bailar!¨. El núcleo de la barrabrava despotricaba contra sus jugadores, acusándolos de interesarse más en las salidas nocturnas que en lo que sucede dentro de la cancha. Hasta anoche aquellos insultos parecían simples brabuconadas de gente enojada por la mala racha del equipo y cuyo sentido e importancia era menospreciada y desdramatizada por los profesionales de CAPM. Hoy los cantos y las quejas tiene razón de ser y el quiebre de la relación entre los jugadores y la hinchada es una realidad.

En Villa Pueyrredón se encuentra el boliche Apple, fetiche de los profesionales de EDEBA. Allí, anoche tras la estrepitosa derrota por 9 a 2, varios integrantes del plantel rosinegro paseaban, bailaban y tomaban sin ningún tipo de verguenza. Ya ha ocurrido alguna vez tener problemas menores en cuanto a la conducta, como cuando se vió a Diego Coronel y Axel Kusters en un bar de zona norte hasta las 2 de la madrugada el día previo a jugar un partido, o a Ezequiel Ferraro abandonando una partida de poker a las 6 de la mañana, tres horas antes de otro encuentro decisivo. Pero lo de ayer rompió las barreras. A las 2:30 de la madrugada ingresaron al recinto Secolo, Kusters, Alzugaray, Coronel, Toto Lopez y Ferraro, todos con un estado de ebriedad preocupante.
Naturalmente, luego del encuentro, el técnico González, les había dado libre el domingo y el lunes. Sin embargo, no se esperaba que los jugadores salieran de juerga y se emborrachen en frente de todos y como si nada hubiera pasado. Como si nadie hubiera sufrido la derrota. Como si nada ni nadie importara. Incluso corre la versión de que el Juvenil se habría trensado en una gresca con un inoportuno fotógrafo, pero nada parece cierto. Cuando hinchas y directivos esperan una mínima cuota de humildad, una fuerte autocrítica, y las correspondientes disculpas, los jugadores de Paga Mabel (si asi se los puede llamar) decidieron salir de fiesta y olvidar lo sucedido. Olvidar, justamente, es lo que les cuesta a todos y cada uno de los que siguen a este equipo, que postergan todo y que dejan parte de su vida y sus ganas en seguirlo. ¿Y así les pagan? El mensaje es claro y el que no lo entiende que se vaya. Esto es Paga Mabel y el que no transpira la camiseta que no se la ponga. Que se vaya. Que no le roben mas a esta querida institución.

Arriba: Unas de las fotos enviadas por uno de los fanaticos rosinegros a la redaccion. Fue a bailar a Apple y se cruzo a varios de los integrantes del equipo, dice haberlos visto muy alegres y eso lo sorprendió. Asegura que Kusters y Ferraro fueron de los mas descontrolados en la disco. Coronel y Secolo se dejaron fotografiar ante su pedido pero acusa a Lopez por tratar de censurarlo de forma agresiva. En el final los rumores marcaron lo mismo, un Juvenil desbordado ante la aparición de varios paparazzis.

Abajo: Los dos videos que certifican todo lo dicho anteriormente. Fueron subidos al facebook personal de Kusters el día Domingo pero rapidamente fueron borrados por él para evitar problemas. Nosotros nos adelantamos y los pudimos guardar. Una imágen vale mas que mil palabras.